Casa, crisol y altar, de la hidalguía vasconavarra a la hacienda chiapaneca: los Esponda y Olaechea, 1731-1821. 2.ª edición


Sergio Nicolás Gutiérrez Cruz.

Reseña:

Chiapas y su historia han tenido un renovado interés en los años recientes. Como consecuencia, han aparecido valiosos estudios que tratan de explicar la vida en los pueblos indios y el impacto que tuvieron en su vida la llegada de los españoles y los procesos nacionales vividos durante los siglos XIX y XX.

Sin embargo, acerca de los españoles, de los blancos, de los amos, se ha escrito mucho menos. Este aparente desinterés no es gratuito, pues ellos fueron los responsables de una situación que perduró durante siglos. Sin embargo, para entender las acciones de los hombres es necesario comprenderlos y, por lo tanto, conocerlos. El tema de las élites no es nuevo en la historiografía mexicana, ha cobrado gran auge y sería interminable nombrar las nuevas aportaciones, pero aún no es un tema agotado y faltan varias regiones y aspectos que cubrir.

Las élites de la Ciudad de México, de Guadalajara y de las regiones mineras han recibido gran atención; sin embargo, las de las zonas periféricas han sido prácticamente ignoradas.

El estudio de las élites y los grupos de poder en Chiapas en la época colonial ha sido prácticamente un tema inexplorado.  Los grupos de las élites de Tapachula, Ciudad Real, Comitán e Ixtacomitán han sido soslayados de la historiografía chiapaneca y poco se sabe del papel que les tocó representar en sus terruños.

¿Quiénes eran los señores? ¿De qué vivían? ¿Cuáles eran sus relaciones específicas con los indios y con otros blancos? ¿Qué cartas jugaban en momentos de crisis? ¿Con quiénes se casaban? ¿A qué se dedicaban sus hijos y cuáles fueron sus destinos?

Conocerlos, saber de ellos, en eso radica la importancia de esta obra del Doctor en Historia Sergio Nicolás Gutiérrez Cruz, catedrático e investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), puesto que empieza a llenar el gran vacío existente en este rubro.

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