Mi cuaderno de apuntes


A un paso de cerrar todos mis apuntes y notas, en la recta final de la jornada, con la cabellera pintada de plata por tantos inviernos, o de ceniza, por las muchas ideas quemadas en esta choya, aparece aquí el producto de mis inquisiciones históricas acerca de Comitán, Chiapas. Mi tierra natal.

Me han servido, como estímulo y pauta, las enseñanzas que en plena juventud presencié y recibí sobre el particular amor y la entrega que tenían Mons. Eduardo Flores Ruiz y el Lic. Ángel Robles Ramírez, Heberto Morales Constantino y don Samuel Ruiz García, por los asuntos relacionados con el estado de cosas del terruño a nivel histórico, literario, político, social y cultural. Ello me incitó, al no poder hurgar en los archivos y reservorios especializados, a buscar e inquirir información bibliográfica de los numerosos y destacados investigadores del género, sobre este, para mí, trascendental tema.

Emprendí una montaña de dificultades hasta que, finalmente, se concretó. Y aquí está a la consideración de los amables lectores. No se busque lo que no he querido registrar, ni tampoco se asombren de las cosas que, por el título, no esperaban encontrar.

Para mis maestros el homenaje de gratitud, como un recuerdo y un compromiso a su memoria, por los días en que recibí sus doctas enseñanzas. Por ellos he realizado el presente.

COMITÁN. Mi libreta de apuntes, libreta sí, libreta de páginas cosidas con el hilo conductor de la Cronología, como auxiliar indispensable, con personajes y protagonistas y lo que hicieron en esos rincones tan alejados, tan distantes… En el tiempo y el espacio, pero siempre buscando la precisión y exactitud del dato que me otorgaron las fuentes consultadas. Aunque, como dijera Francisco Martín Moreno: “Yo me pregunto si, en relación a la historia, hay poseedores de la verdad”. Pero, no podemos prescindir de la Historia.

Ahora bien, Chiapas y Guatemala tienen mucho en común: su orogénesis, sus paisajes, su gente, su habla; compartieron trescientos años el mismo proceso histórico; sus archivos se complementan y explican los capítulos más representativos, sus avances y retrasos desde un pasado indígena común cultural maya, hasta el presente con toda la problemática social y política; mencionemos también, cual patrimonio común, el Popol Vuh y sus leyendas, la marimba, y el ave amante de la libertad, el quetzal que anida en nuestras selvas, y cuyo quejumbroso canto juntos compartimos.

Gustavo Alfredo Álvarez Figueroa

Libro impreso $200

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